miércoles, 8 de agosto de 2012

PEDRO SALINAS: los matices del amor


 ¡BIENVENIDOS!

Redactar un cuento o un poema es un reto para nuestros intelectos, pero al analizar un texto, en verso o prosa, es encaminarse a desborde de imaginación y creatividad.  Ciertamente, no es necesario ser diestro para realizar un análisis literario, pero si es preciso tener una imaginación bien fluida ya que de ello depende el éxito del comentario del texto que se pretenda analizar.  Por ello hemos seleccionado un poema del reconocido autor Pedro Salinas en donde veremos un análisis profundo de un poema muy preciso desde el punto de vista literario. 
En estos tiempos modernos existen herramientas para ayudar al estudiante el análisis de un texto, con respecto al detalle de la métrica en un poema, se puede ubicar en cualquier enlace de contador silábico, como:  http://lexiquetos.org/silio/

ASIGNATURA: Análisis de texto literario

OBJETIVO GENERAL:
          Resaltar el contexto emotivo que se presenta en los poemas y considerar su importancia.

OBJETIVOS ESPECÍFICO:


Desarrollar el pensamiento crítico, la cultura literaria y el hábito de la lectura a través del conocimiento de los elementos estructurales de la poesía. 
    Enfocar a los lectores en la finalidad de efectuar un minucioso análisis y comprensión de un texto literario.
     Analizar el estilo literario que utiliza el autor en sus poemas.




INTRODUCCIÓN
    El amor cantado por Salinas es amor completo, amor en cuerpo y alma, en el que los sentidos y el corazón intervienen con pareja violencia. Amor soñado y amor vivido, sin determinar cual nació primero: si el sueño encarnó o la existencia fue transfigurada por la imaginación.  Pedro Salinas es el mayor de los poetas de la Generación del 27. Algunos lo han llamado el poeta del amor de su generación por ser este un elemento fundamental en su obra. Lo interesante de Salinas es que para él el amor forma unidad íntima con la existencia, no se puede respirar sin amar, la experiencia vital y la amorosa se confunden. Leer la poesía amorosa de Salinas es leer un canto a la vida en el que la existencia y la filosofía confluyen para dejar en nosotros una nota de ternura, esperanza y cotidaneidad visionaria. 
  
PENSARTE ES TENERTE

¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
-unirnos- al pensarte,
y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.


ANÁLISIS:
 
ANÁLISIS DEL POEMA

A.    NIVEL ESTRUCTURAL

VERSIFICACIÓN

Es el conjunto de reglas y normas que rigen a los versos.  Es la acción por la cual se componen versos.

1.     Clases de versos: el poema esta estructurado en base a la versificación irregular, por lo tanto, el poema no posee una medida fija en sus versos pero si una rima determinada.

2.     Elementos formales del verso clásico:

a)    Metro

El metro es la medida de un verso por su número de sílabas poéticas, no gramaticales.

Versos de Arte mayor y menor: El poema está conformado por versos de arte mayor, casi en su totalidad, por endecasílabos (once sílabas); los de arte menor son heptasílabos (siete sílabas); tetrasílabo (cuatro sílabas); eneasílabo (nueve sílabas) y decasílabo (diez sílabas).


¡Có/ mo/ me/ de/ jas/ que/ te/ pien/ se
9
Pen/ sar/ en/ ti/ no/ lo ha/ go/ so/ lo,/ yo
10 +1=11
Pen/ sar/ en/ ti es/ te/ ner/ te,
7
co/ mo el/ des/ nu/ do/ cuer/ po an/ te/ los/ be/ sos, 
11
to/ da an/ te/ mí, en/ tre/ ga/ da.
7
Sien/ to/ có/ mo/ te/ das/ a/ mi/ me/ mo/ ria,
11
có/ mo/ te/ rin/ des/ al/ pen/ sar/ ar/ dien/ te,
11
tu/ gran/ con/ sen/ ti/ mien/ to en/ la/ dis/ tan/ cia,
11
y/ más/ que/ con/ sen/ tir/, más/ que en/ tre/ gar/ te,
11
me a/ yu/ das/, vie/ nes/ has/ ta/ mí,/ me en/ se/ ñas    
11
re/ cuer/ dos/ en/ es/ cor/ zo/, me ha/ ces/ se/ ñas 
11
con/ las/ de/ li/ cias/, vi/ vas/, del/ pa/ sa/ do,
11
in/ vi/ tán/ do/ me
5 – 1 = 4
Me/ di/ ces/ des/ de a/ llá
6 + 1 = 7
que ha/ ga/ mos/ lo/ que/ quie/ ro
7
-u/ nir/ nos/- al/ pen/ sar/ te,
7
y en/ tra/ mos/ por /el/ be/ so/ que/ me a/ bres,
10
y/ pen/ sa/ mos/ en/ ti/, los/ dos/, yo/ so/ lo.
11

b)    Licencias poéticas
Sinalefa
Forman una sílaba las vocales finales de una palabra con las iniciales de la siguiente.

Ésta licencia poética lo encontramos distribuída en el poema de la siguiente forma:
1.     En el segundo verso (Pensar en ti no lo hago solo, yo).
2.     El cuarto verso (como el desnudo cuerpo ante los besos).
3.     El quinto verso (toda ante mí, entregada).
4.     El octavo verso (tu gran consentimiento en la distancia).
5.     El noveno verso (y más que consentir, más que entregarte).
6.     El décimo verso (me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas).
7.     El undécimo verso (recuerdos en escorzo, me haces señas).
8.     El décimo cuarto verso (Me dices desde allá).
9.     El décimo quinto verso (que hagamos lo que quiero).
10.  Por último, el décimo séptimo verso que presenta una sinalefa doble (y entramos por el beso que me abres)

Licencia del acento final

Para contabilizar las sílabas de un verso, además de las licencias mencionadas, también debe considerarse el acento final de ellos.  Si la última palabra del verso es aguda, se le agrega una sílaba de más; si es grave se contabiliza igual; y si es esdrújula se resta una sílaba.

1.     si un verso contiene una palabra monosilábica, se considera verso bisílabo por ser esa palabra forzosamente aguda; así pues, no existen versos monosílabos.

Pensar en ti no lo hago solo, yo  (verso #2)

2.     Aguda

Son las que llevan el acento en la última sílaba.

Me dices desde allá  6+1 = 7 (verso # 14)

3.     Esdrújula

Llevan el acento en la antepenúltima sílaba y a todas se les marca tilde.

Invitándome 5 – 1 =  4 (verso # 13)
c)     Rima

Es la igualdad o semejanza en las terminaciones de los versos a partir de la vocal tónica.

V   Rima asonante: es la igualdad únicamente de las vocales a partir de la vocal tónica de la última palabra del verso. En el poema riman los versos asonantes de la siguiente forma: el primer verso rima con el séptimo y décimo quinto; el segundo verso rima con el sexto y el décimo octavo; el tercer verso rima con el cuarto, décimo y undécimo; el quinto verso rima con el octavo, noveno, duodécimo, décimo tercero, décimo cuarto, décimo sexto y décimo séptimo verso.

    1)    ¡Cómo me dejas que te piense!
A
    2)    Pensar en ti no lo hago solo, yo.
B
    3)    Pensar en ti es tenerte,
a
    4)    como el desnudo cuerpo ante los besos,
A
    5)    toda ante mí, entregada.
c
    6)    Siento cómo te das a mi memoria,
B
    7)    cómo te rindes al pensar ardiente,
A
    8)    tu gran consentimiento en la distancia,
C
    9)    y más que consentir, más que entregarte,
C
10)    me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
A
11)    recuerdos en escorzo, me haces señas
A
12)    con las delicias, vivas, del pasado,
C
13)    invitándome.
c
14)    Me dices desde allá
c
15)    que hagamos lo que quiero
A
16)    -unirnos- al pensarte,
c
17)    y entramos por el beso que me abres,
C
18)    y pensamos en ti, los dos, yo solo.
B

d)    Ritmo 

Es la repetición de sonidos cada cierto intervalo determinado de tiempo.  Es el efecto acústico, agradable al oído, que produce emoción estética.

El poema está nutrido por una variedad de versos entre: endecasílabos (11 sílabas), eneasílabos (9 sílabas), decasílabos (10 sílabas), heptasílabos (7 sílabas) y un pie quebrado, verso tetrasílabo (4 sílabas). Determinaremos en donde reposa el acento rítmico fijo conforme a la medida de cada verso: en los endecasílabos, el acento rítmico reposa fijamente en la penúltima sílaba (décima) también con regularidad en la sexta sílaba (versos # 2, 4, 6, 8 – 12 y 18) y ya de menor precisión en la cuarta (versos # 2, 4, 7 y 10), octava (versos # 2, 7, 10, 11 y 18), segunda (versos # 2, 8 -11), tercera ( versos # 6 y 18) y séptima sílaba (verso #  9).  El único verso eneasílabo es aquel que inaugura el poema y distribuye el acento  rítmico de la siguiente forma: acento en la 1, 4 y 8 sílaba. El penúltimo verso es decasílabo y el acento se distribuye en la 2, 6, y 9 sílaba. Imperan cinco versos heptasílabos en el poema, aquellos son los versos # 3, 5, 14-16 y en ellas recae fijamente el acento rítmico en la  penúltima sílaba (sexta) y regularmente en la segunda (versos # 3, 14-16) así como con menos frecuencia en la cuarta (versos # 3 y 5) y primera (verso # 5). El único verso tetrasílabo es el # 13  y el acento rítmico recae sobre la tercera sílaba (penúltima).

    1)    ¡mo me dejas que te piense!
1, 4, 8
    2)    Pensar en ti no lo hago solo, yo.
2, 4, 6, 8
    3)    Pensar en ti es tenerte,
2, 4, 6
    4)    como el desnudo cuerpo ante los besos,
4, 6, 10
    5)    toda ante , entregada.
1, 4, 6
    6)    Siento mo te das a mi memoria,
1, 3, 6, 10
    7)    mo te rindes al pensar ardiente,
1, 4, 8, 10
    8)    tu gran consentimiento en la distancia,
2, 6, 10
    9)    y más que consentir, más que entregarte,
2, 6, 7, 10
10)    me ayudas, vienes hasta , me enseñas
2, 4, 8, 10
11)    recuerdos en escorzo, me haces señas
2, 6, 8, 10
12)    con las delicias, vivas, del pasado,
4, 6, 10
13)    invitándome.
3
14)    Me dices desde allá
2, 6
15)    que hagamos lo que quiero
2, 6
16)    -unirnos- al pensarte,
2, 6
17)    y entramos por el beso que me abres,
2, 6, 9
18)    y pensamos en ti, los dos, yo solo.
3, 6, 8, 9, 10



e)     Estrofa

Es el conjunto de versos con características determinadas.  Observaremos a continuación como se compone esta estrofa compuesta por dieciocho versos.

El poema, que consta de una sola estrofa, es una variación de la Silva, nombrada Silva arromanzada que se caracteriza por estructurarse por versos endecasílabos y heptasílabos en su mayoría, de igual forma, combinados con un verso eneasílabos, decasílabos y tetrasílabos.

Ejemplos:

1.     Endecasílabo heroico o trocaico: el acento reposa en la 2ª, 6ª y 10ª sílaba.

tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte
recuerdos en escorzo, me haces señas

2.     Endecasílabo sáfíco: el acento recae en las sílabas 4ª, 8ª y 10ª.

cómo te rindes al pensar ardiente,
me ayudas, vienes hasta , me enseñas

3.     Endecasílabo real o propio: el acento recae en las sílabas 6ª, y 10ª.

con las delicias, vivas, del pasado

4.     Pie quebrado: es un verso corto puesto a continuación de otros más largos.

invitándome


ANÁLISIS DEL ESTILO

PLANO FONÉTICO-FONOLÓGICO
El poema es una silva arromanzada que está formada por una gama de versos que en total suman dieciocho que conforme a su medida lo estructuran: endecasílabos, heptasílabos, decasílabos, eneasílabos y tetrasílabos. El poema es de rima asonante en su totalidad: ABaAcBACCAACccAcCB. La distribución acentual permite ver que se trata de versos poli-rítmicos.  La mayoría de los versos tienen tres o cuatro acentos, recayendo uno fijo sobre la décima sílaba (acento rítmico) y con frecuencia en la segunda y sexta, como es el caso de los endecasílabos cuya medida es la que domina en la estructura.  El ritmo acentual es nutrido. La representación escrita de la entonación se manifiesta mediante los signos de exclamación, que otorga al poema un tono reflexivo. Por otro lado, el guión como signo auxiliar remarca el profundo interés del poeta por cumplir sus objetivos que será siempre encontrarse con su amada. La coma, como signo de puntuación que expresa la pausa más breve, es utilizada para separar oraciones explicativas o intercalares. El punto, que es una pausa  completa,  se utiliza para indicar el fin de un párrafo o una oración. 

PLANO MORFO-SINTÁCTICO
La abundancia de sustantivos concretos produce una fuerte sensación de realismo y plasticidad.  El único arcaísmo aparente es la expresión “escorzo” que alude a la forma en que el poeta sentía que su amada le transmitía sus sentimientos. La variedad de adjetivos calificativos reflejan la intensidad con que el poeta expresa su afecto por la mujer de sus sueños, como ejemplo observamos los calificativos: desnudo, ardiente, vivas.  La presencia de estos adjetivos connota la intención de valorar las emociones que trasmite el hablante lírico.  Conforme a los reglamentos ortográficos, Los sustantivos que van precedidos por los artículos “la, el y un”, resaltan la existencia verdadera  de lo designado por el sustantivo. La aparición del pronombre personal “yo”, en función de sujeto, exalta el papel protagónico del bardo en el poema, siendo este el personaje principal posee la facultad de expresarse libremente.  La antagonista en el poema será la amada, cuya representación recae sobre las variantes pronominales “ti y te”, en ella se sustenta el conflicto interior que enfrenta el cantor en el poema. Los tiempos verbales en presente están vigentes en gran parte de los versos. Ello obedece al tiempo lineal / cronológico en que se detallan los acontecimientos.  La variedad de adverbios intensifica el contenido verbal y lo matiza, en tanto que manifiestan una cuidada elaboración y confieren al texto un tono marcadamente intelectual.  El estilo verbal prevalece sobre el escrito, la abundancia de verbos otorga al texto un carácter  dinámico/ narrativo.  La abundancia de formas del modo indicativo es propia de la objetividad del poema.  El predominio de oraciones compuestas es indicativo de complejidad y elaboración intelectual.

PLANO LÉXICO-SEMÁNTICO
Estructura de las palabras:
·         Palabras compuestas: consentimiento.

Arcaísmos: Elemento lingüístico cuya forma o significado, o ambos a la vez, resultan anticuados en relación con un momento determinado.

Escorzo.

Clasificación de las palabras según sus sílabas:
·         Monosílabos: me, ti, más, dos.
·         Bisílabos: solo, cuerpo, besos, rindes, señas, vivas.
·         Trisílabos: entramos, pasado, delicias, escorzo, consentir, memoria, desnudo.
·         Tetrasílabos: entregada, entregarte.
·         Pentasílabos: consentimiento.

Figuras literarias

a.     Exclamación: vehemencia y énfasis puesto en la expresión de un sentimiento.

¡Cómo me dejas que te piense!

b.    Paralelismo Sintético: repetición de la misma estructura sintáctica en dos o más periodos que a su vez desarrolla nuevos contenidos.

Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,

c.      Polisíndeton: es la repetición de una misma conjunción en la oración.  Esto comunica un tono lento y solemne a la expresión.

y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.

d.    Símil: es la figura en que se compara una cosa real con otra imaginaria que posee cualidades semejantes.

Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos

e.      Apóstrofe: es la invocación, exclamación o pregunta dirigida con vehemencia a un ser, real o imaginario.

cómo te rindes al pensar ardiente

f.      Paradoja: es la unión de dos ideas en apariencia irreconciliables; es decir, una antítesis aparente, pues resulta no serlo debido al significado figurado de uno o dos de los términos.
y pensamos en ti, los dos, yo solo.

g.     Aliteración: consiste en la repetición en una sucesión de palabras, de uno o varios fonemas iguales para obtener sonidos especiales.  En el poema podemos observar el dominio de la vocal abierta “e”, que representa a la amada  y la consonante “s” que otorga un tono discreto al escrito, como si se recordara al ser amado con amor y discreción.

me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.



Criterio semántico


¡Cómo me dejas que te piense!

Desde el primer verso observamos que el poeta se encuentra en medio de un conflicto aparentemente con otra persona o al menos con estas palabras iniciales nos hace suponer que es así.  El adverbio modal, “cómo”, pone de manifiesto la gravedad de aquella confusión y al mismo tiempo el desconcierto que rodea al bardo.  Siempre que se lanza una pregunta es porque se reprocha la naturaleza que causa un efecto y esta es exactamente la razón primordial que rodea este poema.  Junto al adverbio modal, aparece seguida la variante pronominal, “me”, que reproduce al cantor lírico dentro del escrito y  lo ubica como protagonista de este poema.   El verbo, “dejas”, otorga libertad al individuo, refleja la acción en tiempo real, presente, y revela la presencia de una segunda persona en un diálogo poético.  Este concepto se refuerza con la variante “te” que sustenta la presencia, ahora independiente, de la segunda persona.  El verbo en subjuntivo, “piense”, afirma  la idea de independencia de la segunda persona y por consiguiente, es un deseo subordinado a la acción.  Podemos observar que a pesar de que se encuentra enmarcado el primer verso en signos de exclamación, las palabras están escritas en un tono sorpresivo de reproche, ello obedece a que el vate lírico prefirió utilizar los signos de exclamación a modo de resaltar los sentimientos de angustia que lo rodean.

Pensar en ti no lo hago solo, yo.

Este verso inicia con una forma en infinitivo verbal, sustantivado, “pensar”, que simboliza la idea de la acción que realiza el bardo.   La preposición, “en”, introduce a la persona en quien se piensa, la amada.  La variante pronominal “ti”, continua exaltando la presencia de la segunda persona, lo cual le otorga un papel antagónico dentro del poema a la amada, puesto que es el objeto de deseo y la razón del conflicto interior del poeta.  La negatividad reflejada por el adverbio “no” reafirma la tribulación del poeta.  El verbo “hago”, en presente, continua el desarrollo del poema en forma lineal protagonizada por el cantor lírico.  El ambiente en que se encuentra el poeta, está plasmado por el adverbio “solo”, equivalente a compañía.  Al final del verso se devela en forma directa al protagonista del poema, el cantor lírico, por la intervención del pronombre personal “yo”, que adquiere la función de sujeto.

Pensar en ti es tenerte,

Observamos en esta fórmula como se asemeja un pensamiento con una posesión.  El pronombre “ti” apunta a la persona en quien se piensa, la amada.  Por otro lado, el verbo “es” en presente nos indica que el pensar en su amada le da el derecho de “tenerla”, y en parte tiene razón el vate lírico, ya que cada hombre es dueño de sus pensamientos y sólo nosotros podemos transformar o deformar la realidad en nuestras mentes. 

como el desnudo cuerpo ante los besos,

El poeta en el verso hace una bella similitud de la vulnerabilidad del cuerpo ante las cálidas muestras de afecto del ser amado.  El adverbio “como” da lugar para esta similitud.  El cuerpo al estar “desnudo” se encuentra vulnerable, en su estado más puro de inocencia ya que si recordamos desde el inicio del tiempo el hombre y la mujer no tenían necesidad de usar ningún tipo de vestidura para cubrirse.  El adverbio, “ante”, revela la posición en que se encuentra el cuerpo desnudo, dispuesto a recibir todo el amor que se esté dispuesto a entregar.  Los “besos”, siempre son bien recibidos y aún más voluntariamente; entre una pareja de enamorados es vital para mantener la relación, expresar su cariño con sus labios ya que por medio de ellos y sin mediar palabra alguna demuestran el cariño, el amor y la entrega mutua.

toda ante mí, entregada.

El cantor lírico nos ilustra la forma en que el cuerpo desnudo se encuentra al recibir los besos, “toda” es sinónimo de entrega, esta  entrega es completa.  Con esto el cantor lírico nos expresa que tanto su cuerpo como el alma de su amada le pertenecen totalmente.  “Ante mí”,  nuevamente, nos encontramos con la posición exacta de la amada, la cual conforme al poeta se encuentra cara a cara con ella, lo cual indica que su presencia es real o al menos eso afirma. Como muestra de agrado la amada se encuentra “entregada”, a los deseos del poeta, y cómo no estarlo si en su imaginación ella debe someterse a la voluntad de sus pensamientos.

Siento cómo te das a mi memoria,

El verbo sensorial, “siento”, es equivalente a la sensibilidad la cual nos transmite el poeta para explicarnos lo real que es la amada en su memoria, esto obedece a que ella al formar parte de sus recuerdos, también está en contacto con cada uno de sus sentidos ya que la mente es aquella que controla las acciones del cuerpo.  La variante pronominal “te”, intensifica el dominio de la amada en los pensamientos del poeta.  El verbo de entrega, “das”, equivalente a ofrecimiento voluntario,  nos refleja la acción que realiza la antagonista del poema, la amada, y el lugar en donde aquella mujer se entrega es en la memoria del bardo.

cómo te rindes al pensar ardiente,

La repetición constante del adverbio de modo, “cómo”, ahora cumple una doble función: de interrogante que refleja confusión y como interrogante de incredulidad.  Al parecer al ser utilizado constantemente, da la idea de incredulidad en algunos momentos como es el caso de este verso que no parece estar totalmente convencido de lo real que son sus pensamientos y efectivamente, solo cobran realidad en su mente;  tal vez por algún impedimento divino o mortal la amada no pueda estar junto a él para compartir voluntariamente los sentimientos del poeta.  En los siguientes versos observaremos la verdadera causa de la ausencia física de la amada, “el pensar ardiente” corresponde a los más vivos deseos carnales del bardo, el cual pone de manifiesto mediante el adjetivo calificativo: “ardiente”, con ello suponemos que el cantor es un hombre muy apasionado y que todo ese desenfreno lo consume en sus pensamientos.

tu gran consentimiento en la distancia,

Estas palabras manifiestan y dan por hecho un distanciamiento entre amada y poeta.  La utilización del adjetivo calificativo, “gran”, encierra el tamaño de la lejanía entre ambos; por ende, concluimos que el cantor lírico se encuentra separado de su amada y al estarlo la única forma de tenerla cerca es reviviendo los recuerdos tan gratos que ha vivido con ella; creando así, un mundo de fantasía en su mente y logra tergiversar la realidad para su propio beneficio.

y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.

En estos versos el bardo hace un desglose de todas las acciones que realiza su amada en su mente: consentimiento y entrega.  Además, añade que gracias a ella y a ese desborde de sensaciones infinitas que vierte en su mente, puede mantenerla siempre latente en su memoria a pesar de la distancia que los separa: “me ayudas, vienes hasta mí”.  Por alguna fuerza extraña, siente como su mente retorna a aquellos instantes en que mientras seguían juntos todo era perfecto, su belleza, su delicada forma de ser, lo que lleva a traicionar su razón y lo arriesga a perderse en ese mundo utópico, que en algún lapso del “pasado” poseía la felicidad plena.  Es por medio de esa “invitación” que le hace su mente revivir esos recuerdos que le causa una gran emoción, pero al mismo tiempo lo aleja de la realidad.

Me dices desde allá

Hasta donde hemos analizado podemos suponer que este gran amor que se profesaban y que aún a pesar de la distancia se siguen teniendo no podría extinguirse fácilmente, lo que nos hace pensar que el bardo ha perdido físicamente a su amada ya que de otra forma no estaría reviviendo recuerdos de su pasado, si ella hubiese existido.  Su amada lo acompaña ahora desde un plano espiritual cada noche, en el momento justo en que su subconsciente se encuentra en unión espiritual con su amada y ese enlace toma forma en su mente, lo cual la hace muy real a su razón.  Es sólo en su imaginación, en donde ella siempre estará unida a él y que puede revivir toda su vida en el instante en que él lo desee, es por ello que se llega a imaginar que ella puede responder a todas las atenciones que tiene con ella a través de su sueño: “Me dices”.   La lejanía se ve marcada por la utilización de las palabras “desde allá”



que hagamos lo que quiero

Conforme a la actitud del hablante observamos cómo el cantor expresa sus deseos, reflejados mediante el verbo “quiero” y que este deseo se consumará mutuamente, tal cual lo señala en el verbo “hagamos” que denota la presencia de la amada que es personaje influyente en cada una de sus acciones.

-unirnos- al pensarte,

El autor enfatiza sus deseos mediante un signo de puntuación auxiliar, el guión, para darle mayor importancia a sus deseos; para que se efectúe aquella unión es necesario que tanto la esencia de su amada como la de él estén compenetradas o que al menos así se lo imagine; por lo tanto, tendría que concentrar todas sus energías en pensar en el amor distante.

y entramos por el beso que me abres,

El “beso” es la entrada al paraíso para el poeta, es su túnel imaginario para adentrarse en lo más profundo de su subconsciente y una vez allí,  encontrarse al final con su musa, siempre dispuesta a consumar, cuantas veces fuese necesario, las más íntimas fantasías del poeta.



y pensamos en ti, los dos, yo solo.
            
En este verso se produce un desdoblamiento del “yo”, el hombre y la conciencia, trabajando siempre a la par, por un instante uno de ellos, la conciencia, se torna independiente, con libre voluntad.  Esta libertad no lo aparta de su mundo fantástico, sino que por el contrario es cómplice de sus pensamientos lo cual le hace ceder su voluntad a la amada ausente y al final termina el hombre “solo” en compañía de la caricia tenue que le proporcionan los recuerdos de su amada.

En conclusión podemos terminar con este pensamiento acerca del tema oculto del poema: el amor que trasciende los detalles cotidianos y se adentra en la esencia de su propia intimidad.


                                                                             





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